La final masculina enfrentó al joven equipo francés Mungo contra el formidable equipo argentino La Fija Sandbox. Mungo, conocido por su sólida actuación desde la Copa de Plata de Deauville, tuvo un comienzo impresionante, liderando 10-8 en el cuarto chukker. Sin embargo, una lesión de Fran Elizalde y una sustitución decisiva por parte de La Fija Sandbox permitieron al equipo argentino remontar con un 4-0 en el chukker final, llevándose así el título en su tercera participación.
A pesar de terminar como subcampeones, Mungo recibió elogios no solo por su tenacidad, sino también por el ejemplar espíritu deportivo que les valió el Premio Standing Rock Fair Play. Este galardón, iniciado por el suizo Philipp Müller y su equipo de polo Standing Rock, reconoce a los equipos que se destacan por su juego limpio, respeto y cuidado de los caballos.
Peter Wright, Jefe de Árbitros del Open de France, destacó la importancia del logro de Mungo, afirmando: "Quisiera agradecer a Philipp Müller y Standing Rock por otorgar el Premio Fair Play al Chantilly Polo Club para el Open de Francia de 16 goles. En un ambiente competitivo como el polo, ganar a toda costa se ha convertido en algo demasiado común. Por eso fue gratificante ver que el equipo Mungo, que jugó todo el torneo con un espíritu deportivo sobresaliente, alcanzara la final y fuera el merecido ganador del premio".
Con la conclusión del Open de France, el Premio Fair Play se erige como un testimonio de los valores de respeto y deportividad que siguen inspirando a la comunidad global del polo.
