Nuestra alineación—Nacho Gonzales (capitán), Max Charlton, Jaime Roberts y Philipp Müller—trabajó arduamente a lo largo del torneo. Y aunque la final no fue la más espectacular en términos de estilo, sin duda fue una de las más intensas y disputadas.
La final contra Gstaad Palace fue un partido tenso y muy reñido que terminó con una ajustada victoria de 6-5. Ambos equipos estuvieron muy igualados, intercambiando goles y manteniendo el suspense en cada momento. Max Charlton, cuya compostura bajo presión fue clave, logró sellar la victoria con un penalti decisivo desde 60 yardas en los últimos segundos del partido.
Raul Laplacette, quien jugó brillantemente para Gstaad Palace, demostró su gran habilidad, incluso marcando un gol de empate a falta de solo dos minutos para el final. A pesar de ser nombrado el mejor jugador del partido, el día fue de Max y nuestro equipo, ya que logramos mantenernos firmes y conseguir esa victoria tan importante.
Reflexionando sobre el triunfo, Max reconoció lo ajustado del partido y atribuyó nuestro éxito a un poco de suerte.
Al recordar nuestra participación en el torneo, nos sentimos muy agradecidos de haber formado parte de un evento tan increíble. La organización, el ambiente y el entorno hicieron de esta una experiencia inolvidable. Fue un privilegio competir a este nivel, y esperamos volver el próximo año para otro torneo excepcional.
Con las fechas ya fijadas para el próximo año, del 21 al 24 de agosto de 2025, esperamos regresar a este torneo excepcional y, con suerte, continuar con nuestro éxito en el campo.
